Para los establecimientos considerados de primera necesidad, la desescalada no es ninguna novedad

Farmacias, supermercados y estancos entre otros, son establecimientos completamente distintos, pero con un denominador común, han sido considerados de primera necesidad durante el confinamiento, por lo que han tenido que seguir trabajando de cara al público. Para saber cómo lo han vivido, contamos con varios autónomos de estos sectores

Pablo Muñoz Fernández, Ceuta – 29 de mayo de 2020

La llegada de la pandemia mundial del Covid-19 ha hecho que la actividad comercial, haya tenido un parón considerable. La mayoría de negocios han tenido que permanecer cerrados hasta pasar al plan de desescalada, al no ser considerados de primera necesidad. Este problema, ha afectado a muchas familias que vivían de sus pequeños negocios, han tenido que quedarse en casa sin generar ingresos, teniendo que realizar el ERTE a sus trabajadores para asegurarlos y no tener que pagar más gastos. 

En España, se han presentado más de 3 millones de ERTES, esto ha saturado las oficinas públicas de empleo, que trabajan para solucionar el problema lo antes posible, aunque advierten que los pagos que va a realizar el estado pueden retrasarse por la gran oleada que han recibido, hecho para el que no estaban preparados.

Muchas empresas han tenido que reinventarse para poder generar ingresos. El ecommerce ha jugado a favor de estos pequeños autónomos, que han buscado la manera de vender a través de internet. Páginas webs y redes sociales creadas en tiempo record para poder seguir vendiendo sus productos.

En la otra cara de la moneda, encontramos una situación que aparentemente, es totalmente distinta. Con la declaración del estado de alarma, el estado decidió que ciertos productos y servicios, eran de primera necesidad, por lo que debían permanecer abiertos y tenían permiso para ello. 

En cuanto al horario de apertura de sus establecimientos durante el confinamiento, encontramos diferencias dependiendo de la actividad a la que se dedican.

“Como estanco estamos autorizado a la apertura con horario normal, pero en nuestro caso en particular decidimos hasta ayer día 11 mantener un horario reducido de 10 a 14 de lunes a sábado, explicándome mejor, reducimos nuestra jornada al 50%”

El gobierno autorizó a los estancos a trabajar en su horario habitual, pero ha habido empresarios que decidieron reducir su jornada laboral, como es el caso de este estanquero ceutí, que redujo su jornada laboral hasta el paso a la fase 1. Trabajar de cara al público ha expuesto en mayor medida a contraer el virus, nos comentaba que consideraba que su labor no era tan importante como para permanecer la jornada entera, exponiéndose a contraer la enfermedad.

Aunque necesitaban seguir con sus trabajos, lo que menos querían era coger el Covid-19, por lo que le preguntamos qué medidas de seguridad han tomado.

“Hemos seguido las recomendaciones desde un principio con lo que dictaba el ministerio de sanidad, empezando por informar a los clientes de las recomendaciones a través de cartelería hasta el día de hoy que proporcionamos gel desinfectante y la limpieza del local dos veces al día de las zonas que pueden haberse visto contaminadas”

En cuanto a la adquisición del material de protección, la mayoría de empresas coinciden en que han tenido que costearlas ellos mismos, ninguna administración pública les ha facilitado nada. Lo que sí han recibido son donaciones de personas que han fabricado mascarillas y pantallas de protección, estos gestos de solidaridad han sido cruciales en estos tiempos tan difíciles.

Un caso completamente distinto es el de las farmacias, que han tenido una labor vital durante la pandemia. ´´Si, por ley. Las farmacias permanecimos abiertas cumpliendo el horario que teníamos antes de la pandemia, tanto las que tenemos el horario normal o partido como las que abren 12 o 24 horas. ´´

En cuanto a la protección contra el virus, la farmacia, ha tenido un proceso más elaborado que el resto, esto se ha podido dar por la familiarización con estos temas.

“Las medidas se tomaron una semana antes del estado de alerta, tomado por el gobierno. Se pusieron mamparas de protección para proteger en la dispensación de medicamentos, productos sanitarios y de parafarmacia. Se señalizaron espacios de 1’5 metros de distancia con el mostrador, solo se permitía un usuario por mostrador y el resto de clientes, tendría que esperar en la calle.  Respecto al personal de la farmacia, utilizamos guantes, máscaras de protección y mascarillas.

 También, pusimos un protocolo de desinfección de la farmacia y de los mostradores cada 30’, con una solución de lejía con agua, después de cada dispensación nos limpiamos las manos con gel hidroalcoholico y cada 20’ nos lavamos las manos con agua y jabón. A la entrada de la farmacia hay un dispensador con gel hidroalcoholico a disposición de los clientes, se insiste en el método de pago con tarjeta para no intercambiar monedas y billetes. Seguimos con los mismos protocolos”.

Los productos farmacéuticos han estados muy demandados durante el confinamiento, sobre todo, guantes, mascarillas y geles desinfectantes. Este tipo de productos han incrementado su precio de manera notoria. 

“El precio de los productos referidos se ha incremento en más de un 100% debido al aumento de la demanda, pero el beneficio se ha visto reducido en un 80%, incluso, en el caso de las mascarillas, se han vendido a pérdidas”.

Salvador Illa, Ministro de Sanidad, en rueda de prensa, tomó la decisión de establecer unos máximos en cuanto al precio de las mascarillas de protección, con un precio máximo de 96 céntimos, para evitar abusos por parte de las empresas farmacéuticas. 

Han sido declarados de primera necesidad y han podido seguir con su actividad comercial, pero esta crisis ha afectado a todos negativamente, el miedo a salir a la calle y la precaución de la ciudadanía han incidido directamente, también, en las ventas de los bienes y servicios de primera necesidad. Aunque ciertos sectores, como el de la alimentación, no lo han notado tanto.

“Lamentablemente hemos tenido una disminución cuantiosa en las ventas alrededor de un 50 o 60%” nos comentaba el dueño de uno de los estancos mejor ubicados en Ceuta, la venta de tabaco ha aumentado, pero el margen de beneficio de este producto es bastante bajo, normalmente el beneficio que reciben es, en gran parte, de otro tipo de productos.

Aunque no estén facturando lo habitual, ninguno de los entrevistados ha realizado ERTES, en algunos casos porque son ellos mismos los que regentan la actividad laboral de sus negocios, o porque no lo han visto necesario, “En mi caso particular la plantilla sigue siendo la misma, dos farmacéuticos y tres técnicos”.

Los negocios, han tomado las medidas de seguridad necesarias y han informado a sus clientes en todo momento de estas. Les preguntamos si los clientes han tenido en cuenta las recomendaciones sanitarias.

El dueño de los supermercados DIA en Mazagón, “la mayoría de los clientes, al principio, no tomaban las medidas de protección correctas. Poco a poco esto se ha ido enmendando, aunque aún falta“.

El pasado lunes 11 de mayo, el 51% del territorio nacional, comenzó el plan de desescalada. Negocios de otros sectores a los anteriormente nombrados, comienzan a abrir sus puertas al público. Esta situación, es nueva para muchos negocios, aunque no lo es para estos empresarios que sí han podido realizar su actividad laboral durante el confinamiento.

Con las mismas medidas de protección, aunque en algunos casos, con una ampliación de horario, los establecimientos declarados de primera necesidad afrontarán el plan de desescalada.

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